domingo, 15 de noviembre de 2015

Saquemos de nuestros malos momentos las mejores enseñanzas



Entre suspiros, tristezas y alergias transcurren las vidas de los seres humanos. A veces nos sentimos tan bien que pensamos que tenemos el mundo bajo las plantas y otras veces tan desdichados que pesa increíblemente sobre la espalda, pero cualquiera que sea nuestra condición, alegría o tristeza no es permanente, cambia de manera inesperada una y otra vez llevando a muchos a afirmar que no existe felicidad sino momentos felices. Yo creo que es un poco más que eso.

  Pienso que la felicidad es un sistema más completo que la mera sensación de bienestar, claro esa es su máxima expresión o al menos la más aceptada pero como sabríamos que algo es agradable sino sabemos lo que es desagradable. Si no tuviéramos experiencias negativas, momentos de tristeza no valoraríamos en su justa medida los tiempos en los cuales no albergamos una preocupación determinada. Es muy evidente que un adolecente que no han sufrido un amor no correspondido valora menos el hecho de lograr una empatía con alguien que le gusta. De igual manera quien nació, creció y se mantiene en cuna de oro no disfruta tanto el poder estrenar una ropa nueva como quien ha vivido con grandes limitaciones económicas.
 Es por esto que me atrevo a afirmar que los seres humanos en sentido general siempre estamos construyendo y por ende viviendo la felicidad. Suspender un año de la universidad, perder un buen empleo, o romper con la pareja es una oportunidad que la vida nos da para entender que algo no estamos haciendo bien, que debemos ser mejor o que simplemente andábamos por un camino erróneo. Es bien difícil entender y re proyectarse, sobre todo en medio de la adversidad, pero quien no lo comprende quizás tenga que sufrir una y otra vez los embates de la desdicha hasta estar preparado para continuar. Algunos aprenden más rápido que otros, podría decirse entonces que estos sufren menos o quizás no, el hecho es que sacan partido de sus situaciones y después de superar cada una de estas son más plenos y más preparados.

 El punto de este razonamiento es que cuando estés en un momento duro piensa que simplemente estás pasando por la depuración que necesitas para crecer un poco más y estás a la puerta de otro momento de gloria. No debemos dejar de estudiar por no entender un concepto de igual mantra no es inteligente soltar las armas por perder un combate, por sentirnos mal. Erramos y sufrimos, pero es lo necesario para disfrutar en sobremanera nuestras victorias y aciertos.  Saquemos de nuestros malos momentos las mejores enseñanzas. Esa es la única manera al menos la más natural y práctica de ascender peldaños en la escalera del existir. Si estas en un mal momento estas progresando o al menos estas teniendo la oportunidad de hacerlo y si estas en uno bueno piensa que no has llegado a la cima solo estas en un punto de descanso para recuperarte y seguir caminando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario